En documentos que datan de 1780 ya aparecía la denominación “Manga”y fue allí en donde destacados personajes de la política uruguaya y la aristocracia de la época compraban sus casas quintas buscando tranquilidad.
Entre grandes extensiones de campo, sauces y membrillos, Manga, denominación corta para "Mangangá”, se transformó de escenario tranquilo de chacras y casas de campo a un barrio urbanizado, que aún conserva la serenidad de su pasado.
Primeros pobladoras/es
Si nos remontamos a los años 1772-1773, en el relevamiento llamado padrón Aldecoa figura como uno de los primeros pobladores Esteban Artigas, tío de nuestro prócer, quien recibió una chacra por donación del gobierno español. Vivió allí junto a sus seis hijos en la zona que por ese entonces era denominada “pago del arroyo de Sierra”.
Aquí también la familia Berro tuvo su casa de campo. Adquirida en 1799 por la sociedad Berro y Errazquín, la casa fue resguardada con un muro de piedra por los costados sur y norte y cercado de pitas al oeste. Luego del fallecimiento de Errazquín, la sociedad se liquida, quedando la propiedad en manos de la familia Berro.
Aquí pasaba la mayor parte del tiempo el ex Presidente Bernardo Prudencio quien, según los relatos de la época, se lo podía ver trabajando la tierra él mismo, hábito que resultaba extraño para la élite a la que pertenecía. Allí también era común ver a Dámaso A. Larrañaga, tío de Bernardo Berro. En 1986 la casa fue declarada patrimonio histórico nacional.
El primer mártir de la aeronáutica uruguaya, Boiso Lanza, también vivió en esta zona, luego de casarse con la hija de Juan Belinzon, quien le construyó a la pareja un castillete que hoy en día se eleva entre el verde y el ruido de los camiones que cruzan la ruta perimetral Wilson Ferreira Aldunate.
Hacia finales del siglo XIX, Manga recibe al tren, inaugurando en 1890 la estación “Treinta y Tres” desde donde se podía viajar hacia las ciudades de Minas, Melo y Treinta y Tres. En 1912 cambia su nombre por Estación Manga y crece con la construcción de una playa de maniobras. Hoy por hoy la estación continúa funcionando como vía para el transporte de carga.
En Manga también encontramos la Sociedad Hípica y Tradicionalista “Potros y Palmas”, fundada en 1945. Su finalidad es mantener y difundir las manifestaciones tradicionales vinculadas con la cría y la doma de caballos, organizando clases de equitación, cabalgatas, así como la participación y organización de certámenes ecuestres. Una marca de las tradiciones más vinculadas con el campo, quizás como huella del pasado de esta zona.
Urbanización
A lo largo de los años la población fue creciendo y con ella el desarrollo de los servicios propios de la urbanización, las casas quintas y las chacras dieron lugar a nuevas edificaciones. Un nuevo paisaje se configuró en 1986 con la inauguración de la Estación Terrena Rastreadora de Satélites de ANTEL, lo que permitió a nuestro país la autonomía absoluta en materia de comunicaciones vía satélite, en telefonía y televisión. Sus antenas se destacan al elevarse entre las casas de techos bajos.
En la actualidad, Manga ya está consolidado como un barrio donde conviven realidades muy diversas: la movilidad y el ritmo comercial de las avenidas Belloni e Instrucciones, la conexión entre las viviendas urbanas y los predios verdes que nos avisan que la zona rural está muy cerca, las viviendas precarias, siendo una de las zonas de Montevideo con mayor concentración de asentamientos.
Montevideo se sigue expandiendo, pero Manga sigue conservando su paso tranquilo y las historias de grandes personajes que guarda en sus rincones.