Cno. Fénix esq. Espadaña
Durante el siglo XVIII fue el saladero de Lorenzo de Ulivarri y, más adelante, de Ignacio Blanco. Aún hoy se conserva una pared que es originaria de esa construcción.
Posteriormente fue adquirida por el Coronel y Director de la Escuela de Arte y Oficios Juan Belizón, quién comenzó a utilizarla para la cría de caballos.
Belinzón construyó para su hija y su yerno, el Capitán Boiso Lanza, el castillete para que ellos viviesen. Boizo Lanza fue el primer mártir de las alas uruguayas.
En esa época la zona donde se encuentra la cabaña estaba constituida por chacras, desde Av. José Belloni hasta la Facultad de Medicina, donde se ubicaba la Plaza de las Carretas.