Ruben Isidro Alonso, más conocido como “Padre Cacho”, fue un sacerdote católico nacido el 15 de mayo de 1929 quien, en el año 1978, se trasladó desde Rivera al barrio montevideano de Plácido Ellauri, donde trabajó con personas en situación de vulnerabilidad económica. Su labor se extendió hacia otras zonas adyacentes, impulsando la organización de hogares de acogida, cooperativas de viviendas y junto a trabajadoras/es dedicadas/os a la clasificación de residuos. Alonso, también recordado como “el cura de los cantegriles”, falleció el 4 de setiembre de 1992 a los 63 años de edad. Sus restos fueron transportados por un carro de clasificación hacia el Cementerio del Norte. Una década más tarde y nuevamente con trabajadoras/es de reciclado, su urna fue llevada a la Parroquia de los Sagrados Corazones, sitio donde desempeñó su trabajo sacerdotal.
En el marco de los 30 años de su pascua, distintas organizaciones de la zona con el apoyo del Municipio D planificaron variedad de actividades, entre ellas la ya tradicional Ludoteca Casavalle que debió ser postergada debido a las situaciones de violencia suscitadas en la zona. De todas formas el 2 de setiembre, organizaciones, vecinos/as y el Municipio D se hicieron presentes en la Plaza de los Sueños, Padre Cacho (ubicada en A. Saravia e Iraola) para recordar y homenajear a Cacho. En esta instancia se colocaron carteles y placas con información sobre la vida del Padre.
Asimismo, el 3 y 4 de setiembre se vivió una verdadera fiesta con el objetivo de recordar y celebrar la vida de la icónica figura. La tarde del sábado se realizó un festival musical en la Parroquia de los Sagrados Corazones, José A. Possolo 4025 entre Torricelli y Emilio Zola) cuya consigna fue "La vida vale" en rechazo de las violentas muertes recientes. El domingo los festejos continuaron con una misa campal, un almuerzo compartido entre vecinas/os y un final con música y testimonios.