Su nombre lo debe a la victoria de las tropas revolucionarias ante las españolas el 31 de diciembre de 1812. Entre 1843-1851 las contiendas militares vuelven a sucederse con el sitio de la Guerra Grande, en donde Manuel Oribe instaló allí su sede de gobierno. Este suceso propició la instalación de familias, generando una urbanización que hacia el siglo XX ya formaba parte del resto de la ciudad. También en esa época comienza a asentarse una numerosa población de origen africano, que en muchos casos se unieron a los dos ejércitos en pugna puesto que para los esclavos formar parte de un ejército significaba un reconocimiento y una posibilidad para lograr su libertad.
En este contexto de “barrio humilde de gente comunitaria, de vecinos criollos e inmigrantes combativos“1 se comenzaron a construir viviendas precarias con pisos de tierra y techos de tejas y madera. Vivían soldados, obreros, pequeños productores que cultivaban hortalizas y se dedicaron al ganado lechero en torno a lo que era la cañada del Cerrito y el actual arroyo Miguelete.
Hacia las décadas del 30 y 40 se instaló una considerable cantidad de fábricas, lo que hizo que llegase a ser considerado “el barrio obrero de Montevideo”. Éstas eran una de las fuentes laborales más importantes del barrio. Para este proceso de construcción de identidad barrial los inmigrantes africanos fueron una parte esencial ya que mediante sus tradiciones rituales legaron a la zona de una fuerte presencia del candombe2. Como parte de este legado, todos los diciembres el barrio celebra sus llamadas con un desfile que, en los últimos años, se ha a realizado sobre la calle León Pérez y del que participan comparsas de la zona y del resto del departamento.
Lugares identitarios
A nivel visual el Santuario Nacional del Cerrito de la Victoria o simplemente Iglesia del Cerrito es la referencia del barrio. Inaugurada en 1926 es uno de los templos católicos más grandes de Montevideo. En su predio se realiza, además, la cometeada organizada por el Centro Cultural Guyunusa. Este centro cultural, ubicado en San Martín y León Pérez -en el local del ex mercadito municipal e inaugurado en 2004-, realiza diversos talleres culturales además de la presencia de la
comparsa “La Clínica”.
Otro de los espacios históricos del barrio es la Plaza de Deportes No 4. Inaugurada en 1951, se trata de un espacio construido con la participación de vecinos que fue re-inaugurado en 2012, con el estreno de su gimnasio cerrado. Vale destacar a nivel deportivo el clásico barrial de fútbol entre el Club Sportivo Cerrito (fundado en 1929) y el Club Atlético Rentistas (1933).
El cine del barrio
Uno de los lugares de encuentro que ha tenido el barrio ha sido el que se ha dado en torno a cines históricos; el Plus Ultra sobre Av. Gral. Flores y el Grand Prix, situado sobre Granaderos que, inaugurado en 1962, funcionó hasta el año 1979. De 2012 a 2015 el cine volvió a abrir sus puertas, convirtiéndose en el segundo cine de barrio activo de Montevideo.
Escuela Gran Bretaña
Fue fundada en 1886 en un predio adquirido por ingleses para instalar una estación de ferrocarriles. Al no lograr que éstos subieran la pendiente del Cerrito, decidieron instalar la escuela rural Gran Bretaña, que fue la primera en la zona. Contaba con árboles que se mantienen hasta la fecha y un molino de viento que la abastecía de agua.
Centro de Salud Giordano
Inaugurado en 1947, estuvo rodeado de jardines y un anfiteatro al aire libre donde se hacían actividades artísticas. Estos espacios sirvieron para afianzar el vínculo con los vecinos, que continúa con diversas actividades y un grupo de adultos mayores que se reúne allí, además de prestar el primer nivel de atención en salud más allá de los límites del barrio.
1- Extraído del libro "El Cerrito tiene". Publicación editada en el marco de "Montevideo, capital iberoamericana de la cultura".
2- Texto "El legado del Cerrito" de Prof. Oscar D. Montaño.