Cordialmente, nos recibió en su casa para conversar sobre su carrera futbolística, su presente como referente barrial y la importancia del barrio en la construcción de su identidad.
¿Qué es Cultura de Barrio?
El eslogan de Cultura de Barrio lo implantamos con Agustín Lucas que ya tenía algo parecido en Miramar. ¿Qué es? ¿Qué define? Está difícil, son muchas cosas. Nosotros decimos que Cultura de Barrio es ser del barrio, vivir en el barrio, generar cosas para el barrio y que el mismo barrio genere cosas para el otro barrio, que seríamos nosotros: la sede. No hay un concepto definido de qué es la cultura de barrio, pero va un poco por ahí; generar cosas para el barrio y que el barrio siempre esté vivo. Nosotros estamos hipnotizados con descentralizar las cosas y con que haya puntos de referencia en los barrios, lugares a los cuales se pueda ir y que sean de la misma calidad que en el centro pero a dos cuadras de tu casa.
¿Surge a partir de demandas que ven en el barrio?
Estamos convencidos de que esa necesidad del barrio existe. Nosotros decimos que Villa Española es un club social y después deportivo. Está más abocado a la parte social. Intentamos devolverle al barrio lo que alguna vez el barrio nos dio a nosotros: códigos, cultura, a mí me dio rock and roll, cosas así.
¿Quiénes lo integran?
Somos una comisión de cultura que está integrada por aproximadamente 12 personas: hinchas del club, allegados, gente de la vuelta, pero después por toda la gente que concurre a la sede del club. No es que solo esto es cultura de barrio. Todo el barrio es cultura de barrio. Es como un eslogan que a nosotros nos gustó y nos parece que está bueno, pero en realidad lo que está patentado es la comisión de cultura que es esa comisión que es la que organiza cosas para el barrio.
¿Podés nombrar alguna de las actividades que realizó Cultura de Barrio?
Ha hecho una banda. Una de las últimas fue el tambor que hicimos y dejamos como monumento en la sede. Hemos hecho cometeadas, en el Día del Niño regalamos camisetas a todos los gurises del barrio, otra vez hicimos un escenario donde tocó Tabaré Cardozo. También hicimos una huerta en la sede, hay una banda más. Para atrás también hay; estuvo la carrera 10 K, que llevó mi nombre pero no lo decidí yo (se ríe).
¿Te sentís un referente barrial?
Yo no me siento, en realidad me hacen sentir que soy. Yo soy bastante cabizbajo, no sé, bastante sencillo. De hecho, si alguien me siente como un referente barrial, me arrimo para que ya no sienta que soy distinto a él. En realidad, vas a la sede, te tomás una cerveza conmigo, hacemos actividades juntos, no es que sea inalcanzable. En realidad no me siento, pero percibo que el barrio siente que sí.
¿Te parece que ayuda que seas el "Bigote" López para generar este tipo de propuestas o al revés?
En realidad, desde la comisión utilizamos un poco mi imagen. Pero tampoco es una locura, no es que por eso conseguimos plata, conseguimos cosas. Ayuda que haya movimiento. Agustín Lucas, que también milita por la movida "Más unidos que nunca" y es visible, también moviliza todo eso. No es que sea referente de barrio pero es un referente para la cultura callejera y toda esa historia.
¿Como ves Cultura de Barrio en unos años?
Yo lo que quiero es que no muera nunca la cultura de barrio. Puedan pasar mil cosas pero me imagino la sede mucho más linda de lo que está, con un centro cultural funcionando de día, apostando a la cultura y el arte, lleno de gurises y de ilusiones. Generar algún proyecto de algún pibe sería genial. Yo me la imagino así y me amparo siempre en la frase de Los Redondos que dice: "El futuro llegó hace rato" entonces, pensar en el futuro... pa mí ya llegó hace ratazo, ya estamos en el futuro.
¿Qué te ha llevado a promover la perspectiva de equidad y género?
En realidad no sé dónde nace, uno nunca tiene un punto de partida de las cosas y más cuando se habla de problemáticas sociales. Yo tengo una nena y convivo con mi señora, si no tengo esa preocupación por la igualdad de género no estoy viendo el vaso vacío. Yo digo que tengo la cultura del barrio a full, todo lo que aprendí es de la calle, de la esquina. No me pongo la remera porque estamos para la cámara, realmente creo en eso y puedo aportar algo desde ese granito de arena. Si yo me apartara de las problemáticas sociales sería un hipócrita para mí mismo. Uno se va formando como persona, va pasando el tiempo, es adolescente y ahí va adquiriendo conocimiento y se va preocupando por ciertas cosas. El fútbol es un deporte machista y está difícil abrir la cabeza. El otro día algunos jugadores nos pusimos un brazalete que decía "Ni una menos" y mucha gente nos criticó diciendo "Esto es para la foto" pero por lo menos lo hicimos. Después vemos si se genera la discusión o si se avanza en algo. El hacerlo ya es un avance. Es más fácil no hacer nada, quedarme en mi casa, pero yo siempre intento hacer. Después, si sale bien o no, lo veremos. Cuestionarse siempre está bueno.
Entrevista realizada en noviembre, 2017.