La placa se encuentra sobre la Av. Pedro De Mendoza y Cno. Boiso Lanza. Desde 1972 y hasta 1985 funcionó allí un centro de detención, totura y asesinato, y fue donde desaparecieron Ubagésner Chaves Sosa y José Arpino Vega, entre otros. "Por aquí pasaron cientos de compañeros que fueron sometidos a violaciones, amenazas y torturas”, recordó Baldemar Taroco, representante de presas y presos políticos, durante la oratoria. “Aquí enfrentamos a la muerte, con torturadores que hoy no son capaces de enfrentar sus delitos”, añadió. En Boiso Lanza operó además el Plan Cóndor, al cual Taroco consideró como “una cuenta pendiente”.
Taroco cerró su oratoria afirmando: "debemos ser defensores e impulsores de nunca más terrorismo de Estado, nunca más debemos olvidar ese pasado que no pasa, seguimos esperando respuestas por los crímenes de lesa humanidad".
El presidente de la Comisión Especial, Nicolás Pons, también hizo uso de la palabra destacando que con estas acciones se deja “constancia que la tortura fue una práctica constante en la dictadura” y destacó que por esta razón existe un compromiso con las nuevas generaciones de mantener viva la memoria.
De la ceremonia de descubrimiento de la placa participaron organizaciones, ex detenidas/os y sus familiares, así como autoridades nacionales y municipales, entre ellas la Alcaldesa del Municipio d, Sandra Nedov.
La placa se instaló en el marco de la ley Nº 18.596 de reconocimiento y reparación a la actuación ilegítima del Estado, siendo la tercera placa que se instala en el territorio del Municipio d. Anteriormente se instalaron dos placas en el ex Batallón Nº 13 en donde funcionó además el centro "300 Carlos".